Si bien las distintas reformas que se le han introcido al Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, conservan en esencia su estructura inicial, las mismas no han contribuido a conjurar aquellas dificultades que ya se han resaltado con precedencia, pues hoy subiste en una mayor proporción , la más variadad y diversa disparidad de criterios en torno a la aplicación de tales normativas y , en especial, a la forma como se deben cumplir ciertos actos procesales, situación que denota un desgaste legislativo por la improvisación e inutilidad de los cambios realizados , pues antes que brindar una mayor claridad y celeridad a los juicios laborales, lo que se ha generado es un caos en el estudio del derecho procesal del trabajo y, por ende, en los trámites judiciales que se ventilan al interior de la administración de justicia.